En el caos de la era digital urbana, es más fácil que nunca "ganar el mundo entero y, sin embargo, perder el alma". ¿Cómo nos mantenemos emocionalmente vivos y espiritualmente despiertos? Entre las antiguas prácticas de Jesús, “El Silencio y La Quietud” es la práctica número uno para el aprendizaje de Jesús. En pocas palabras, es un momento de tiempo intencional en silencio para estar a solas con Dios. En la era moderna, este podría ser el primer paso para una vida bien vivida.

¿Hay alguna práctica de la vida de Jesús que podría prepararnos para florecer en el caos del mundo urbano, demasiado ocupado, digitalmente distraído, y ruidoso? Si. Es la práctica del silencio y la quietud. En pocas palabras, es un tiempo intencional en silencio para estar a solas con nosotros mismos y con Dios.

El silencio y la quietud no son para los débiles de corazón. A menudo, cuando disminuimos la velocidad lo suficiente como para estar a solas con Dios y con nosotros mismos, sentimos todo tipo de emociones que francamente hemos estado tratando de dejar atrás en el ajetreo de nuestras vidas.

Uno de los objetivos fundamentales del silencio y la quietud es llegar al lugar donde sabemos quiénes somos en Dios. La verdad. En esta historia de Elías vemos emerger un patrón; siete etapas que definen no sólo su camino sino su experiencia con Dios en el silencio y la quietud.

Cuando las conversaciones funcionan bien, suelen ser de dos personas. Asimismo, la oración debe ser una conversación en la que ambas partes compartan abiertamente y se escuchen atentamente. Esta es la semana en la que estás invitado a practicar el escuchar durante la oración con el Padre en lugar de simplemente hablar con Él.

Una de las maneras más importantes en las que Dios habla en nuestro tiempo de Silencio y Quietud es por medio de la biblia; que son sus palabras mismas. Es por eso que es de mucha importancia que cada uno de nosotros tengamos el hábito de leer e interactuar constantemente con la palabra de Dios.

En la vida tenemos momentos en donde las cosas parecen claras, luego todo se agita y nuestro campo de visión se estrecha. Sin embargo, el desafío es que no somos buenos para detenernos y esperar a que las cosas se asienten en nuestra vida como lo hicimos con el estanque. En la era de la comida rápida y todo lo instantáneo, la espera y la desaceleración han sido prácticamente eliminadas. Hemos estado practicando el silencio y la quietud durante las últimas semanas en episodios más pequeños, de 10 minutos a una hora más o menos, pero ahora queremos estirarnos e intentar algo más largo.

Queremos hacer lo que llamamos un "retiro". La idea es llegar a un espacio donde estés totalmente solo, sin teléfono, sin televisión, sin trabajo, sin distracciones, y pasar 8 horas permitiéndonos instalarnos en el silencio y la quietud, esperando que el Espíritu hable.

La adoración puede ser expresada cuando cantamos, pero es mucho más que eso. La adoración es un estilo de vida. Es cuando llegamos al lugar al cual me dirijo para decirle a Dios hágase tu voluntad y no la mía. No es lo que Dios me da, sino lo que YO doy y lo YO que entrego en sacrifico. Es lo que doy por amor.

En el mundo, los que están “arriba” son los que tienen personas a su alrededor sirviéndoles, pero cuando nos convertimos en un aprendiz de Jesús, es todo lo contrario. Somos llamados a tener un estilo de vida de servicio. Somos llamados a ser grandes, sirviendo a los demás.

El seguir a Jesús es mucho más que creer, es un estilo de vida. Y si el silencio y la quietud es estar, intencionalmente, a solas con Dios; debemos hacer de esta practica un estilo de vida.