Enseñanzas
Escucha estas enseñanzas para aprender porque practicar el estilo de vida de Jesús es tan importante y descubre lo que pueden hacer en tu vida.
Practicando a Jesús
¿Qué significa ser discípulo o aprendiz del rabino de Nazaret? En esta enseñanza exploramos una vida construida alrededor de tres metas: estar con Jesús, convertirse como Jesús y hacer lo que Jesús hacía.
Estar con Jesús
Nuestro objetivo principal como seguidores de Jesús es aprender a vivir en un estado constante de conexión con el Espíritu. Así es como podemos estar con Jesús, nuestro Rabí. Debemos invitarlo a cada momento y aprender a estar siempre en dos lugares a la vez: en casa y con Jesús, en el trabajo y con Jesús, en tu viaje y con Jesús. Traer su presencia a la rutina de nuestra vida diaria.
Pero, ¿cómo logramos eso en el caos del mundo urbano y digital? Es bastante sencillo: para experimentar la vida de Jesús, debemos adoptar el estilo de vida de Jesús.
Convertirnos como Jesús
La promesa del Nuevo Testamento es nada menos que una transformación total, pero muchos de nosotros sentimos una desconexión entre esa promesa y nuestra realidad. ¿Es realmente posible el cambio? La respuesta es: sí, pero lo más probable es que no sea lo que piensas. Para llegar a ser como Jesús, debes estar cada vez más poseído e impregnado por los rasgos del carácter de Jesús. Permitamos ser transformados, de adentro hacia afuera, mientras trabajas para llegar a ser como Jesús.
Hacer lo que Jesús Hacía
¿Cómo hacemos realmente lo que hizo? Como aprendices de Jesús, estamos llamados no solo a seguir a Jesús en espíritu, sino también a continuar su obra en la tierra como en el cielo. Esto significa sanar a los enfermos, orar por los perdidos, abrir nuestros hogares y nuestras vidas a los que están lejos de Dios. El objetivo final es hacer lo que hizo. En esta enseñanza, exploramos los próximos pasos para formar nuestra vida en torno a las prácticas de Jesús.
Cómo Cambiamos: Enseñanzas y Prácticas
Vivimos en la era de la autoayuda, la terapia y la obsesión por la técnica. En el fondo, todos sabemos que estamos rotos y necesitamos cambiar. La pregunta es, ¿cómo? Esta semana comenzamos nuestra mirada en profundidad al "cómo" de la transformación. A través de la enseñanza obtenemos una visión de la buena vida. A través de la práctica, alineamos nuestros amores y anhelos con los de Jesús.
Cómo Cambiamos: Prácticas
Las disciplinas espirituales son el camino a la "vida en plenitud", son la forma en que colocamos nuestra mente y cuerpo para permanecer en la vid y acceder al poder y la presencia del Espíritu Santo. Sin embargo, muchas personas hoy en día no comprenden el papel central de estas prácticas en el discipulado. Una enseñanza central en nuestra serie.
Cómo Cambiamos: Comunidad
La comunidad juega un papel vital en nuestra transformación. Pero existe una brecha entre la idea de comunidad y la desordenada realidad de comunidad. El discipulado ocurre en el espacio intermedio.
Cómo Cambiamos: El Espíritu Santo
Hacemos la pregunta, "¿Cómo cambiamos?" ¿Cómo somos, en el lenguaje del Nuevo Testamento, “transformados” para llegar a ser como Jesús?
La Cruz: Auto-Negación, en una era de Auto-Realización
En el centro de nuestro aprendizaje de Jesús hay un símbolo: la cruz. Hemos perdido la gravedad y el poder de esta imagen en nuestro mundo moderno. Lo que requiere de nosotros se pierde o se ignora en nuestra cultura. Pero, cuando miramos la invitación de Jesús a “negarte a ti mismo, tomar tu cruz y seguirme”, tenemos que luchar con el llamado a la abnegación en una era de autorrealización.
La Prisa: El Gran Enemigo De La Vida Espiritual
Para vivir el camino de Jesús, tenemos que ir más despacio. Pero esto es difícil de hacer en el mundo urbano y digital que llamamos hogar. En esta enseñanza de Mateo 11, enseñamos sobre "el secreto del yugo fácil". Cuando disminuimos la velocidad y adaptamos nuestro ritmo de vida al de Jesús, el camino de Jesús se vuelve fácil.
Re-Organizando Nuestras Vidas
Una de las maneras más difíciles de seguir a Jesús es seguir viviendo de la misma manera que vivíamos antes de seguir a Jesús. El ser un aprendiz de Jesús requiere que re-organicemos nuestras vidas y empecemos a vivir como Jesús vivió.