ENTRENANDO CON ESFUERZO

Para convertirnos e un aprendiz de Jesús debemos de ser intencionales en nuestro crecimiento.

Entrenando con Esfuerzo

El propósito de esta práctica es que puedas aprender que el convertirte en un aprendiz de Jesús es como un boxeador, un agricultor, o un atleta, que debe de entrenar constantemente y hacerlo forma intencional para poder crecer.

Y por medio de esta práctica te vamos a guiar para que sepas CÓMO ENTRENAR.


La responsabilidad de la iglesia es darte el entrenamiento, y tu responsabilidad es hacer ese entrenamiento. O en las palabras del apóstol Pablo, vivir de forma intencional. Durante las próximas semanas vamos a aprender a ENTRENAR CON ESFUERZO. 

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PARTE I: Plan de Educación

Este domingo empezamos una práctica nueva; Entrenando con Esfuerzo. Y el propósito de esta práctica es que puedas aprender que el convertirte en un aprendiz de Jesús es como un boxeador, un agricultor, o un atleta que debe de entrenar constantemente y hacerlo forma intencional para poder crecer. Y por medio de esta práctica te vamos a guiar para que sepas CÓMO ENTRENAR. La responsabilidad de la iglesia es darte el entrenamiento, y tu responsabilidad es hacer ese entrenamiento. O en las palabras del apóstol Pablo, vivir de forma intencional. Durante las próximas semanas vamos a aprender a ENTRENAR CON ESFUERZO.

PARTE II: El Espíritu Santo En La Educación y Entrenamiento

Este domingo seguimos con nuestra práctica; Entrenando con Esfuerzo. En todo entrenamiento, si queremos avanzar, necesitamos de un entrenador que nos guíe para saber que estamos haciendo bien, para seguir haciéndolo, y que estamos haciendo mal para no seguir haciéndolo. Por tres años, en el primer siglo, ese rabí y maestro fue Jesús; y cuando se fue mandó a un representante para hacer el mismo trabajo que él estaba haciendo. Y fue el Espíritu Santo. El Espíritu Santo, principalmente por medio de la meditación de la biblia, es nuestra principal guía en nuestro caminar y entrenamiento al convertirnos aprendices de Jesús.

PARTE III: Practiquemos La Palabra de Dios

Parte muy esencial de nuestro entrenamiento es la lectura de las escrituras. Quizás la mejor manera de practicar con esfuerzo y disciplina la lectura de la Palabra de Dios, es pidiendo amor por ella misma. Cuando de verdad amas a Dios, también también vas a amar Su Palabra. Pues quien ama a Dios, amará toda su vida lo que Él dice, y lo que Él piensa. Y no solo la va a leer y amar, si no que también la obedecerá. 

PARTE IV: Meditemos La Palabra de Dios

La biblia no nos invita a leerla, nos invitar a practicarla y meditarla. El meditarla es cuando pensamos en ella durante el día y nos la hablamos a nosotros mismos. Pero tenemos dos problemas que cada uno de nosotros afrontamos a diario para poder meditar en las palabras de Dios. El ruido exterior que nos está distrayendo. Y el ruido interior que está quitando el primer lugar de Dios. 

PARTE V: Insistiendo con Esfuerzo

Una parte muy importante del entrenamiento de todo atleta es el insistir, y la constancia. De la misma manera, el insistir y ser constante es de suma importancia si queremos crecer en nuestro aprendizaje hacía Jesús. En sus enseñanzas, vemos que dentro del entrenamiento, Jesús enseñó mas sobre la disciplina que sobre los deseos o sentimientos. Que, aunque son importantes y necesarios, sabemos que no son suficientes para dar los resultados que necesitamos. Por eso, necesitamos aprender a insistir con esfuerzo, disciplina, y dedicación. 

PARTE VI: Dependencia

La dependencia de algo o alguien significa necesitar de ese persona o ese algo para obtener ayuda. El orar, no es algo que debemos de hacer como un rito religioso, si no que es una demostración de nuestra dependencia hacía Dios. El sacar tiempo para orar es demostrar, con nuestras acciones, que no nosotros no podemos, pero Dios si. 

PARTE VII: La Credibilidad de La Palabra de Dios

Cuando Adán y Eva estaban conectados a la fuente de poder ellos podían ver, y entender. Pero había algo que podia apagar esa fuente y Dios lo había advertido: El día que coman de ese árbol, de cierto morirán. Cuando Eva perdió la confianza en Dios y en Su Palabra, fue el inicio de la desconexión de ellos hacía Dios. Y aunque no dejaron de ser seres vivientes, ciertamente murieron, fueron desconectados de Dios. Ya no veían, ni percibían. Dejaron de relacionarse con Dios y ya no reconocían su voz. De la misma forma nos pasa hoy que, aunque leemos la Biblia, no la entendemos y no la reconocemos. Pero hay una esperanza, de que seas regenerado y transformado para conectarte, una vez más, a la fuente amorosa de Dios; pues es a través de una relación, de la comunión, como fue en el jardín del Eden, que el hombre vuelve a ser conectado a Dios. 

PARTE VIII: La Credibilidad de La Palabra de Dios (parte ii)

Cuando Adán y Eva estaban conectados a la fuente de poder ellos podían ver, y entender. Pero había algo que podia apagar esa fuente y Dios lo había advertido: El día que coman de ese árbol, de cierto morirán. Cuando Eva perdió la confianza en Dios y en Su Palabra, fue el inicio de la desconexión de ellos hacía Dios. Y aunque no dejaron de ser seres vivientes, ciertamente murieron, fueron desconectados de Dios. Ya no veían, ni percibían. Dejaron de relacionarse con Dios y ya no reconocían su voz. De la misma forma nos pasa hoy que, aunque leemos la Biblia, no la entendemos y no la reconocemos. Pero hay una esperanza, de que seas regenerado y transformado para conectarte, una vez más, a la fuente amorosa de Dios; pues es a través de una relación, de la comunión, como fue en el jardín del Eden, que el hombre vuelve a ser conectado a Dios. 

PARTE IX: El Ayuno

Jesus dijo: prepárense, esfuércense para entrar por la puerta estrecha, por el único camino que es Jesús: Yo Soy El Camino. El mundo ofrece muchas opciones, y es por eso que necesitamos la práctica de el ayuno; porque me ayuda a estar orientado hacía la voluntad de Dios, a reconocer lo que es y lo que no es de parte de Él. Por eso, debe ser una práctica constante en nuestro aprendizaje a Jesús.  

PARTE X: Esfuércense Por La Salvación

Jesús se dijo de si mismo que Él era el único camino para llegar al Padre.

Y al final de ese camino hay una puerta, y a diferencia de lo que se cree, esa puerta es angosta y muy pocos entrarán.

Por eso debemos de esforzarnos para entrar.