VIVIENDO EN COMUNIDAD

Un conjunto de personas que viven juntas y practican, juntos, a Jesús.

Viviendo en Comunidad

A medida que practicamos a Jesús, necesitamos compañeros en este viaje, una comunidad que nos ayude en este camino.

Jesús, invita a todos los que lo siguen a ser parte de una familia nueva. Pero esta familia, la familia de Dios, no es un club social.

No es un grupo de amigos que se ven, piensan, y hablan de la misma forma.

Esta familia nueva es una comunidad de aprendices que viven como Jesús. Y a pesar del trabajo que toma, las peleas que soportamos, y el aprendizaje en el camino, juntos, estamos descubriendo lo que significa estar con Jesús, convertirnos como Jesús, y hacer lo que Jesús hacía.


Esta familia nueva es una invitación a practicar VIVIENDO EN COMUNIDAD.

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Enseñanzas y Prácticas

Parte I: El Llamado de Jesús a Vivir en Comunidad

Comenzamos nuestra práctica de primavera con una enseñanza sobre las consecuencias del individualismo. ¿Hay alguna práctica de Jesús que nos prepararía para vivir en una rica red de relaciones donde crecemos y maduramos a la semejanza de Cristo? Sí, es vivir en comunidad, la escuela de amor de Jesús.

PARTE II: Una de las ideas más radicales de Jesús: La familia

Jesús comparó su comunidad a una familia. Al principio esto suena agradable e incluso sentimental, pero esta fue en realidad una de las ideas más radicales de Jesús, una que hizo que lo mataran. Fue radical en el primer siglo, y es igual de radical en el siglo XXI. En esta enseñanza descubrimos por qué.

PARTE III: Una comunidad de honor en una cultura de desprecio y burla

Para la mayoría de los occidentales, el honor es un concepto extraño. Nuestra cultura es una cultura de sarcasmo, la irreverencia, el derecho desagradecido, y una cultura del desprecio. En esta enseñanza, exploramos el mandato de Pablo de “honraos unos a otros más que a vosotros mismos”, y cómo podría cambiar la vida (y dar vida) a nuestra comunidad.

PARTE IV: Una Comunidad En Un Ambiente De Amor, Unidad Y Asertividad.

Somos seres relacionales porque fuimos creados a la imagen de un Dios relacional. Y debemos de hacer lo posible para crear una comunidad en donde hay amor, unidad y asertividad, algo que vemos en la trinidad.

PARTE V: Viviendo en Comunidad y el Conflicto

El conflicto no tiene que interponerse en el camino del progreso. Jesús nos dio la plantilla ideal para transformar el conflicto en confrontación y, en última instancia, la confrontación en reconciliación.

PARTE VI: Los Hábitos Y Cultura Que Debemos Experimentar Como Comunidad

Si la visión de Jesús para su comunidad de discípulos era que se convirtieran en una familia unida, diversa y leal, surge la pregunta: ¿qué ritmos y hábitos existen en la familia de Dios? O, dicho de manera más práctica, ¿qué ritmos debería adoptar mi comunidad en nuestra vida compartida juntos?


Si bien no existe una respuesta perfecta a estas preguntas, a lo largo de la historia de la iglesia vemos a la familia de Jesús adoptando siete ritmos.

PARTE VII: Las Cosas Que Creemos, Pero Que No Son Verdad

El noveno mandamiento dice “no des falso testimonio”. Esto no es solo para nuestras palabras, también es para nuestros pensamientos. En esta enseñanza aprendemos sobre una de las prácticas fundamentales para las relaciones emocionalmente saludables: la necesidad de dejar de leer la mente y comenzar a aclarar las expectativas.

PARTE VIII: No es una opción

Por mucho tiempo, hemos escuchado que el seguir a Jesús se trata de una relación entre nosotros y Dios; y aunque eso es verdad, está incompleto.

El seguir a Jesús se trata de una relación con Dios y con el prójimo. Es por eso que el vivir en comunidad o es una opción para el aprendiz de Jesús, es un estilo de vida.